Durante el reciente Congreso Latinoamericano de Áreas Protegidas realizado en la ciudad de Lima entre los días 14 y 17 de octubre pasados, presenté la ponencia que agrego en archivo, que resume algunos análisis efectuados sobre lo sucedido en materia presupuestaria en el sistema de APs nacional, a lo largo del período transcurrido entre los tres Congresos similares, Santa Marta en 1997, Bariloche en 2007 y Lima en 2019.
Sabemos que no basta considerar sólo el gasto sino los resultados obtenidos, pero algunas conclusiones son básicas, evidentes, insoslayables, irrebatibles.
Para ganar hay que invertir, verdad absoluta, acá descubrimos que no se invierte. Para financiarse hay que ser lúcidos y creativos, acá no se gestionan fondos de acceso gratuito internacional como los del GEF, o si se dispone de alguno, poco o nada se ejecuta.
Vivimos años difíciles en nuestro país, con ciclos económicos cada vez más cortos y más extremos. Lo que se detecta acá, seguro internaliza condiciones de la macro, pero esencialmente se ven problemas en la micro, que es a la que una política institucional debe atender y de ser posible y tener alcance, darle formato.
El mayor atrevimiento de los últimos años fue denominado Oportunidades naturales . Fue más polémico que exitoso. Digamos que acabó en un polo opuesto al éxito político. Proyectos tales como hosterías de lujo y exclusivas flotando en ríos bajo protección estricta o situadas eliminando sectores usados por el público general, «glampings» al lado de las cataratas y convocatorias orientadas a inversores extranjeros, no promovieron el consenso social. Al final, ni inversiones, ni mejoras, ni nada. Leer: Vecinos de Iguazú
Acá va el ppt. Blog ponencia Congreso APs Martin – Altamira
Hay más elementos de juicio que los expuestos en este resumen, pero la ponencia habla por si misma y sobre todo abarca dos décadas, lo que sirve para huir de las etiquetas circunstanciales. Se trata de proteger al planeta y a nuestra gente, hay que pensar en cómo hacerlo mejor.
Oportunidades hay muchas. Requieren buenas ideas, conocimientos y apego a los principios de la Conservación, capacidad para movilizar y crear condiciones sociales favorables, etc. Hacer crecer el sistema de APs es muy rentable para Argentina.